
La Isla del Halcón, la novela sobre la batalla del Gran Sitio de Malta
Tolmarher nos acerca en su novela de 2016, a una de las gestas militares más importantes de la historia.
Con La Isla del Halcón, vive a través de los ojos de un joven reclutado a la fuerza en la orden de los hospitalarios, una de las mayores batallas del siglo XVI; El Sitio de Malta, fue el asedio, que en 1565, sufrió la isla de Malta, sede de la Orden de Malta -llamada también Orden Hospitalaria de San Juan-, por parte del Imperio Otomano que la intentó conquistar y que culminó con la derrota de los invasores otomanos.
Situada estratégicamente al sur de Sicilia y casi equidistante de las costas libias y tunecinas, Malta controlaba las rutas comerciales entre el Mar Mediterráneo Occidental y el Oriental, así como las que unían la península itálica y el Norte de África. Dotada de excelentes puertos naturales, su caída en manos turcas hubiera tenido consecuencias nefastas para la Europa cristiana, habida cuenta de la escasa resistencia que algunas potencias europeas —enzarzadas entre ellas en conflictos de escala continental— presentaban por entonces al avance del Islam conquistador, tanto de los turcos, como de sus tributarios berberiscos.
Está considerado como uno de los asedios más importantes de la historia militar y, desde el punto de vista de los defensores, el más exitoso. Sin embargo, no debe ser visto como un hecho aislado, sino como el momento álgido de una escalada de las hostilidades entre los imperios español y otomano por el control del Mediterráneo, que incluyó un ataque previo sobre Malta en 1551 por parte del corsario turco Turgut Reis y que en 1560 había supuesto una importante derrota de la Armada Española por los turcos en la batalla de Djerba.
Mientras que para los occidentales es uno de los hitos importantes de la Edad Moderna, para la historiografía turca parece tener escasa importancia. Esta diferencia puede deberse a dos razones no necesariamente contradictorias entre sí: en primer lugar, su desenlace resultó en una derrota para el Imperio Otomano, y en segundo, no lo afectó en profundidad. Algo parecido ocurrió con la batalla de Lepanto de 1571.